PRINCIPIOS DE VALORES BÍBLICOS



PRINCIPIOS BÍBLICOS.

Todo lo que lleva al hombre a defenderse y creer en sí mismo y crecer como una persona digna  esto  depende de la elección libre de la persona los que desea tomar y emplear en su vida y los que no y van formando a su comportamiento,  proporcionándole metas y propósitos que se traducen en pensamientos conceptos e ideas pero sobre todo acciones, ya que estas demuestran mejor lo que se quiere expresar.   Suelen estar ligados a sentimientos y emociones y se pueden valorar de acuerdo a varios criterios: estéticos, sociales, costumbres, principios éticos, etc.

Cosechamos lo que sembramos, más de lo que sembramos, después de sembrarlo. Jueces    2:1-4
Dios actúa a favor de quienes esperan en Él. Isaías 64:4


EN LA FAMILIA: La familia es la parte central del plan del Creador para el destino eterno de sus hijos  una de las mejores formas en que los padres pueden enseñar a sus hijos es por medio del ejemplo. Los cónyuges deben demostrarse amor y respeto mutuo y también deben hacerlo con sus hijos, tanto por medio de los hechos como por las palabras. Es importante recordar que cada uno de los miembros de la familia es un hijo de Dios. Los padres deben tratar a sus hijos con amor y respeto, siendo firmes pero bondadosos con ellos   
El que ama a su esposa, se ama a sí mismo. Porque nadie odia su propio cuerpo, sino que lo alimenta y lo cuida, como Cristo hace con la iglesia, porque ella es su cuerpo. Y nosotros somos miembros de ese cuerpo.”(Efesios 5:22-30)
Instruye al niño en su camino,  y aun cuando fuere viejo no se apartara de él. Proverb. 22:6. 


EN EL TRABAJO: Muchas personas creen que el trabajo llegó a la humanidad como una maldición por haber caído en pecado.  Las palabras “con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra” no significan que antes de la caída no había trabajo, sino más bien, que esta actividad instituida por Dios se tornaría complicada y dificultosa por estar la tierra bajo la maldición del pecado.

En Colosenses 3:22-24, el Señor nos dice a los que trabajamos que debemos hacerlo para agradarle y no para agradar a los hombres (v.22). Que debemos trabajar como para el Señor y no sólo para los hombres (v.23) y que cuando trabajamos estamos sirviendo a Cristo (v.24).










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